BOLIVIA: una grata experiencia voluntaria.


     

      "Recordando la maravillosa experiencia del verano anterior, decidí repetir; nuevamente a través del Programa Sanlongo que da al voluntario de la FISC la oportunidad de realizar una labor de cooperación en sus Proyectos Internacionales.

      Este año, además otra miembro de la ONG, mi hermana, se unió con verdadera ilusión a vivirla también.

 

Nuestro destino: Bolivia

 

      Llegó el día y el largo viaje. Llegamos por fin al Aeropuerto de El Alto en La Paz a 4.100 m. de altura; nuestra primera visión fue un paisaje árido y frío y la amable cara de la Hna. Josefina que vino a recogernos. Al día siguiente y a través de los sinuosos “Caminos de La Muerte”, a un lado el abismo, al otro el precioso paisaje verde de los Yungas, llegamos a un pequeño pueblo formado por tres comunidades indígenas aymarás de un clima agradable y ubicado detrás de la Cordillera Real de Los Andes: Trinidad Pampa.

      Allí vivimos en el Internado YATIQAÑ UTA, “Casa del Saber” (en aymará), que alberga a 75 chicos/as de 12 a 18 años de la zona y que no sólo educan académicamente sino que contribuyen a dignificar como personas. Junto al resto de chicos del pueblo asisten al Colegio Franz Tamayo de Fé y Alegría. La dificultad de los trayectos en este país y la difícil localización justifica la existencia del internado, sin el cuál muchos niños quedarían sin escolarizar. Todo ello, bajo la magnífica Dirección de la Hna. Montse y el continuo trabajo de las Hnas. Pabla y Tida por una mejora en la calidad de enseñanza y capacitación de los profesores nativos.

Nuestra labor empezó desde el primer día.

      Yo, como educador Infantil trabajé en las clases de kinder (4-5 años) enseñando nuevas metodologías. También impartí Clases de Inglés en cursos superiores tanto en horario escolar como extraescolar. Todo esto, acompañado de un apoyo escolar en el Internado en sus horas de estudio.

      Mi hermana, Leyla, Lic. en RR.PP. y Monitora de Aeróbic hizo lo propio con sus conocimientos apoyando en la Biblioteca con varios programas informáticos. (Los ordenadores habían llegado recientemente). Ayudaba a su comprensión y manejo. Además, daba Clases de Psicomotricidad y Expresión corporal a los profesores del Colegio en un taller semanal y clases de aeróbic a todos los chicos/as del internado.

      Tuvimos ocasión de visitar en El Alto, el proyecto que las Hnas. Josefina y Marcela están desarrollando: “La Residencia Universitaria para Mujeres”. Se trata de dar continuidad con estudios superiores, a la formación de las chicas que se inician en los Colegios como el de Trinidad Pampa. Actualmente, han finalizado la construcción del nuevo edificio que podrá albergar hasta 14 chicas.

      Así, se contribuye a la promoción de la mujer campesina aymará en la sociedad boliviana en la que el rol de la mujer se encuentra muy por debajo del hombre y menos capacitada educativamente como fruto de una cultura machista.

       Nuestro talante fue optimista y positivo desde el primer momento algo que beneficia tu experiencia. Creamos unos vínculos afectivos con la familia que vivíamos y los chicos/as del internado con los que compartíamos las 24 horas del día tan enorme que nos supuso una despedida durísima así como la estrecha amistad con otra voluntaria de Navarra. Hemos continuado nuestro contacto desde aquí porque necesitamos saber de ellos.

      Vivirlo juntos como hermanos, ha sido una oportunidad INOLVIDABLE que nos permite recordar muchos momentos compartidos. Lo hacemos habitualmente; con nostalgia y mucho cariño y ya pensamos en la continuidad que podemos darle desde España a través de nuestra Delegación (los beneficios del Bocadillo Solidario y del Mercadillo de la Niña María irán para allí).

El carácter de la gente humilde y luchador nos tocó humanamente, así como su hospitalidad que nos hizo sentirnos como en casa. Día a día observamos cada situación y detalle aprendiendo de ellas. El recuerdo que guardamos es el de una vivencia única, tan grato que contemplamos con ilusión la posibilidad de repetirla.” GRACIAS

 

LEYLA y RODRIGO RUBIO ESPINOSA

Voluntarios de FISC RIOJA